Uno nació en
los arrabales santafesinos, el otro lo hizo en la zona céntrica. Uno reivindica
su fundación en mayo de 1905, aunque empezó a jugar mucho más adelante. El otro
nació el 15 de abril de 1907, en una casona de la calle Catamarca, entre San
Martín y San Jerónimo, pleno epicentro de la capital provincial.
Uno es y el otro…
Rojo
y negro Rojo y blanco.
Aunque apenas los separen tres letras, la
distancia entre ambos fue creciendo, se hizo rivalidad, después se transformó
en clásico y hoy es un enfrentamiento irremediable, del mismo tipo que ocurre
en Rosario, en La Plata, en Córdoba o en Tucumán.
La historia los encontraría
peleando para llegar a la A, algo que recién conseguirán en los años sesenta.
Primero Colón, en 1965, luego Unión en 1966. En el medio, quedan para el
recuerdo un par de resultados: 5-4 colonista en 1955, 4-1 tatengue en 1959,
siempre en la B. La rivalidad creció pero los números siguieron siendo muy
parejos. Colón debió descender a la Primera C y allí se mantuvo por tres
temporadas para regresar en 1964. Unión se desafilió a fines de 1970, volvió a
la liga santafesina en 1971/72 y retornó a la vieja B en 1973.
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